¿La culpa es de la industria, o del modelo?

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En días pasados apareció la noticia sobre las inundaciones en Europa y en el titular de @elespectador se lee, “una vez más, el cambio climático es el responsable”.

Es imposible no hacer un alto para reflexionar sobre tal afirmación, así como es imposible ya en estos momentos no tomar una posición para con el planeta, o estas de parte de la naturaleza o estas en su contra. El tiempo que queda es el tiempo que queda para la supervivencia de la especie humana sobre el planeta y no da para tibiezas.

La edad de la tierra se calcula en  4.500 Ma (millones de años) Ma ÷- 70 años, desde su formación y que empezó a transformarse en como la conocemos hoy. Los seres humanos surgieron hace apenas 2 Ma, tiempo extremadamente pequeño en dicha escala geológica.

En estos 2 millones de años en los cuales el ser humano a deambulado por la superficie de la tierra, el uso y abuso de los recursos (orgánicos e inorgánicos) así como el aumento de la población humana, habían tenido niveles tolerables hasta finales del siglo XVIII, momento en que se da la revolución industrial en Inglaterra.

Y es desde ese momento que la humanidad ha vivido en una carrera frenética para mejorar la calidad de vida y las condiciones de bienestar, sin tener en cuenta que la gran mayoría de esos recursos, no son renovables, y todavía seguimos sin darnos cuenta de esto.

Faltaría más de un siglo, desde que inició la revolución industrial, para que hiciera su aparición la luz eléctrica (circa 1.880), y ni hablar del telégrafo o el teléfono, ni siquiera había acueducto ni alcantarillado en las ciudades, la mayoría de la población tenía una vocación rural, debido a la necesidad de la cercanía a las fuentes de agua y alimentación, pero ya se evidenciaba 

La revolución industrial trajo consigo el desarrollo tecnológico, el crecimiento acelerado de las ciudades, la concentración de la población en los centros urbanos, el aumento de la capacidad de producción y con ello el aumento en la capacidad de consumo. Cambios políticos, sociales y económicos impulsados por un par de guerras mundiales a mediados del siglo XX en donde se posicionan los modelos socioeconómicos imperantes en la época el capitalismo, el socialismo y el comunismo.  

De acuerdo con cifras de la ONU, el crecimiento poblacional en el período de 1950-2000 fue de aproximadamente el 141% (1,78% en tasa anual acumulativa), mientras que en el período 1900-1950 fue del 53% (0,85% en tasa anual acumulativa). Tardamos cerca de 10.000 años en alcanzar la cifra récord de cien millones de habitantes en el planeta, 1.800 años mas en llegar a los 1.500 millones de habitantes y apenas 150 años adicionales, posteriores a la revolución industrial, en llegar a los casi 8.000 millones de habitantes en el mismo planeta, y consumiendo los mismos recursos, cada vez mas escasos.

Como si esto no bastase, la revolución industrial y su consumo desmedido de recursos para satisfacer el afán consumista de este crecimiento desmedido de la población, dejó y continua dejando por que no ha parado un legado tóxico sobre el planeta a tal punto que estamos llegando a un punto de no retorno, para hacer la vida en este planeta, sostenible.

La explotación del carbón y de otros combustibles fósiles junto con la lluvia acida que contiene metales como el plomo o el estaño que se desprenden de las minas y contaminan fuentes de agua potable, envenenan ríos, y contribuyen al cambio climático.

La deforestación de grandes extensiones de bosques y selvas como el amazonas, para la explotación maderera, fabricación de papel y sobre todo para dar paso a la ganadería intensiva y extensiva, han dado paso a que dichas áreas queden sin cobertura vegetal, acelerando la erosionada de la tierra en donde los sedimentos son arrastrados a las reservas de agua, por lo que las compañías encargadas de las plantas de tratamiento de agua deben gastar grandes sumas de dinero y energía para filtrarla y hacerla potable, incrementando el consumo de recursos.

El Dióxido de carbono (CO2), Metano (CH4), Óxido nitroso (N2O), Gases fluorados, son los llamados Gases de Efecto Invernadero o GEI, que son liberados a la atmósfera por la quema y el uso continuo y sin mesura de combustibles fósiles (carbón, gas natural y petróleo) y por la práctica indiscriminada por parte de la industria manufacturera para la fabricación de bienes de consumo, el transporte con el uso de automóviles aviones y otros medios de transporte, liberan a la atmósfera  como son y de prácticas agrícolas y ganaderas para satisfacer la continua y creciente demanda por parte de un modelo de consumo irresponsable y sin control.

La industria sólo responde al modelo de consumo, si hay compradores, pues hay negocio.

Reciclar, Reusar y reducir. Cambiando el modelo, cambiamos al mundo. Pero nos queda poco tiempo.

Los seres humanos debemos tomar conciencia y responsabilidad sobre nuestras acciones, sobre nuestra forma de consumir, sobre nuestra forma de disponer lo que ya no utilizamos, sobre la forma en que tratamos y protegemos al resto de seres vivos con los cuales convivimos en el planeta y no solo tomar conciencia, pasar a la acción masiva y contundente en todos los frentes, para salvar este planeta, que claramente no nos necesita, pero nosotros si a el.

Debemos cambiar el Modelo.

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